Muchas organizaciones de diversos sectores adoptaron la arquitectura de microservicios para abordar desafíos empresariales específicos y fomentar la innovación. Estos son algunos ejemplos:

• Comercio electrónico: Muchas plataformas de comercio electrónico usan microservicios para administrar diferentes aspectos de sus operaciones, como el catálogo de productos, el carrito de compras, el procesamiento de pedidos y las cuentas de clientes. Esto les ayuda a escalar servicios individuales según la demanda, personalizar las experiencias de los clientes y, además, implementar nuevas funciones con rapidez.
• Servicios de transmisión: Los servicios de transmisión suelen depender de microservicios para realizar tareas como la codificación de videos, la entrega de contenido, la autenticación de usuarios y los motores de recomendaciones. Esto les permite ofrecer experiencias de transmisión de alta calidad a millones de usuarios de forma simultánea.
• Servicios financieros: Las instituciones financieras usan microservicios para administrar varios aspectos de sus operaciones, como la detección de fraudes, el procesamiento de pagos y la administración de riesgos. Esto les permite responder rápidamente a los cambios en las condiciones del mercado, mejorar la seguridad y cumplir con los requisitos normativos.