En WEPALL no formamos parte del club del software cautivo. Y ahí lo tienes: una línea de producción de última generación que depende de un tipo con nombre impronunciable y pasaporte extranjero. No es automatización, es secuestro técnico. Porque una cosa es que un sistema sea complejo. Otra muy distinta es que sea incomprensible a propósito. En Wepall creemos que #automatizar no es convertir la fábrica en una caja negra, sino en algo que el equipo pueda entender, ajustar y escalar sin rezarle al instalador original. “Funciona perfecto… siempre y cuando esté el técnico que lo instaló.” Ese es el eslogan de muchos. Pero no el nuestro.
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