INTEGRIDAD DEPORTIVA. LAS CASAS DE APUESTAS Y SUS PROCESOS PARA GARANTIZARLA.
Mucho se habla y poco se sabe. En general, esta suele ser la norma respecto de algunos temas sensibles para los que debemos estar preparados antes de emitir opiniones.
Cada vez que se da a conocer un nuevo acuerdo entre alguna de las tantas casas de apuestas deportivas y un club, federación, torneo, deportista o asociación (propiedades deportivas); se produce un debate de tono polémico y crítico. Habitualmente sin sustento profesional ni fundamentos, la polémica suele estar ligada el hecho de que apostar puede generar hábitos adversos en los usuarios (apostadores) y torcer el destino de un juego beneficiando ciertas conductas maliciosas con el fin de lograr un determinado resultado, que en el jerga se denomina "Match fixing".
Ninguna de las situaciones planteadas tienen sustento ni tampoco suceden de manera determinada.
Desde el punto de vista de los usuarios apostadores debemos recordar que nuestros padres y abuelos JUGABAN semanalmente un juego llamado PRODE (acrónimo de Pronósticos Deportivos), donde apostaban por saber quién acertaba más resultados dentro de una boleta troquelada que contenía 13 partidos a disputarse y sus tres variables: local, empate y visitante. Como en todo JUEGO, la dinámica de lo impensado, solía dar muchos disgustos y algunas pocas alegrías. Claro, quien apostaba, lo hacía involucrando su conocimiento, perspectiva y aplicando criterios de razón en cada una de sus predicciones. Lamentablemente, el fútbol siempre tenía otros planes.
Cuando nos referimos a las "conductas maliciosas" que podrían torcer el destino de un partido, nos basamos en supuestos donde uno o varios jugadores reciben un estímulo económico para generar alguna situación dentro del campo de juego que podría beneficiar a un determinado grupo de apostadores. Ficción o realidad, lo cierto es que para las casas de apuestas deportivas no hay mejor situación que lo imprevisible, la dinámica de lo impensado. Por lo tanto, si tal o cual jugador de campo se encontrara confabulado para torcer el destino de un partido, debería luchar contra las adversidades que esta dinámica indefectiblemente le haría conocer.
Existen procesos humanos y tecnológicos para detectar conductas maliciosas dentro de un campo de juego. Esto es extensible a todos los deportes que se encuentran alcanzados por el JUEGO de apuestas deportivas. Las costosas inversiones que garantizan la integridad del JUEGO y se canalizan en el desarrollo de algoritmos predictivos, repeticiones inusuales, análisis estadístico y sistemas de inteligencia artificial que visualizan anomalías en el lenguaje corporal; son algunos de los cientos de mecanismos que utilizan las casas de apuestas para detectar y bloquear un juego que podría ser sospechoso.
La importancia en el desarrollo económico de la industria del deporte y el valor de su crecimiento es lo que debemos destacar cada vez que un nuevo actor, una nueva industria, hace pie dentro del ecosistema.
Como mucho se habla y poco se sabe, me atrevo a dejar algunos cuestionamientos:
Una casa de comidas rápidas es un histórico sponsor del fútbol: ¿Acaso somos todos obesos?
Varias marcas de cervezas patrocinan a los más importantes torneos alrededor del mundo: ¿Acaso somos todos alcohólicos?
Las bebidas con exceso de cafeína vienen acompañando el desarrollo del deporte desde su era profesional: ¿Estamos todos dopados?
Las casas de apuestas desembarcan como sponsors del deporte: ¿Seremos todos ludópatas?
Dinámica de lo impensado es un término acuñado por el prestigioso periodista deportivo Dante Panzeri, como manera de definir el fútbol bajo su óptica.