La confianza es fundamental para el éxito de los equipos de trabajo, las relaciones comerciales y las instituciones. Para generar confianza, es necesario ser transparente, definir claramente las responsabilidades de cada persona, capacitarlos continuamente y evaluarlos periódicamente. Del mismo modo, es importante transmitir confianza en uno mismo y en los demás miembros del equipo, recompensar adecuadamente el buen trabajo y mantener una actitud positiva ante los problemas.