El documento aborda la conexión entre el microbioma, la salud cerebral y el desarrollo de trastornos neurológicos en la vida humana. Se destaca que los microbiomas no solo afectan la salud intestinal, sino que también influyen en la salud mental y el bienestar general, indicando la necesidad de abordajes preventivos en lugar de solo tratar síntomas. Además, se menciona cómo la alimentación y el estilo de vida pueden modificar positivamente el microbioma y, por ende, la salud a lo largo de la vida.