Este documento explora las diferentes formas en que las personas tienden a justificar sus propias acciones mientras juzgan las acciones de los demás. Ofrece varios ejemplos de cómo las personas encuentran defectos en los demás pero no en sí mismas, como cuando otros son perezosos pero uno mismo está ocupado, o cuando otros hablan de sí mismos pero uno mismo necesita desahogarse. Concluye que antes de juzgar a otros, deberíamos examinar primero nuestros propios defectos.