El ozono regula el estrés oxidativo causado por los radicales libres, los cuales son responsables de numerosas enfermedades como el tabaquismo, la drogadicción, cataratas, esquizofrenia, Parkinson, fibrosis quística, arteriosclerosis, pancreatitis, artritis reumatoide, diabetes, fallas renales, preclampsia, epilepsia, cáncer de mama y otras.