Los planes de inmunización pueden servir para obtener sueros con alto contenido de anticuerpos, desarrollar vacunas que generen una respuesta inmune protectora, o producir anticuerpos monoclonales para su uso como reactivos o terapias. Se debe diseñar un protocolo que incluya la vía de administración, dosis, tiempos entre dosis y monitoreo para lograr la respuesta inmune deseada. Los anticuerpos monoclonales ofrecen ventajas como producción ilimitada y estabilidad, aunque también presentan desafíos