El documento explora el significado y la naturaleza de los milagros, destacando su función como herramientas de aprendizaje en el camino espiritual y su relación con el tiempo y la expiación. Propone que la plenitud y el amor de Dios son accesibles a todos sus hijos, y que la elección de la mente para servir al espíritu determina la experiencia de lo milagroso. Finalmente, enfatiza que los milagros son señales de una mente que ha decidido seguir el camino de Cristo.