El masaje infantil es una poderosa herramienta de comunicación y conexión entre padres e hijos, ofreciendo beneficios físicos, emocionales y sensoriales. Se recomienda realizar masajes en un ambiente tranquilo y relajado, utilizando aceites para facilitar el deslizamiento y nutrir la piel del bebé. Sin embargo, existen contraindicaciones importantes a considerar, como quemaduras o infecciones graves, y el masaje debe ser integrado en la vida cotidiana para potenciar el desarrollo emocional y físico del niño.