El documento argumenta que se necesita construir un nuevo orden político mundial para regular el capitalismo y la globalización financiera mediante delimitaciones que superen problemas globales como la desigualdad. Propone instancias normativas como el FMI, Banco Mundial y OMC, y acuerdos para frenar la especulación financiera y obtener recursos para países empobrecidos. También señala que la discusión sobre desarrollo implica grandes transformaciones sociales, ecológicas y económicas, y que la globalización ya no puede imponerse sino construir un