Este poema enfatiza la importancia de aprovechar el tiempo con los seres queridos mientras aún están vivos, en lugar de lamentarse por su pérdida una vez fallecidos. A través de una serie de estrofas, el poema expresa preferir compartir momentos significativos como conversaciones, abrazos y oraciones ahora en vida, en vez de grandes gestos como velorios o serenatas una vez ocurrida la muerte. El poema concluye enfatizando valorar a las personas cercanas mientras aún se encuentran presentes.