El hombre le pide al juez que no embarguen sus herramientas de trabajo ni la cama donde murió su esposa, ya que son los últimos recuerdos que le quedan de ella. A pesar de que ya no puede pagar sus deudas, no quiere que nadie toque la cama donde pasaron buenos momentos y donde estuvo el cuerpo de su esposa después de fallecer.