El documento discute diferentes perspectivas sobre la naturaleza de los valores. Explica que los valores se distinguen de las cosas, las esencias y los estados psicológicos. Algunos filósofos ven los valores como estados psicológicos como el agrado o el deseo, mientras que otros los ven como esencias o ideas platónicas. Sin embargo, el autor argumenta que los valores no existen por sí mismos, sino que dependen de un "depositario" como una obra de arte o un cuerpo, aunque se distinguen de dichos depositarios.