El documento cuenta la historia de Dana Blessing, una niña que nació prematuramente a las 24 semanas de gestación con solo 714 gramos y solo un 10% de probabilidades de sobrevivir. A pesar de las malas prognosis médicas, Dana sobrevivió y creció sin mostrar ningún impedimento físico o mental. Años más tarde, Dana le dijo a su madre que olía a Dios, indicando que Dios la había abrazado y protegido durante sus primeros y difíciles meses de vida.