La cuenca de México es una unidad hidrológica cerrada marcada por una serie de sierras volcánicas y un sistema lacustre que alberga diversos ecosistemas. Su vegetación se compone de diez tipos principales, que van desde bosques de oyamel y pinos hasta matorrales xerófilos, todos afectados por la intervención humana. Las precipitaciones, concentradas en verano, y las características geológicas de la región han influido en la formación y transformación de estos hábitats naturales a lo largo del tiempo.