El documento argumenta que debido a la resurrección de Jesucristo, todas las personas son dignas de amor, respeto y derechos. Afirma que Dios creó a todos y que no hay razón para discriminar, juzgar o condenar a otros. También dice que todas las personas, independientemente de su edad, género, condición económica o discapacidad, tienen valiosas cualidades y habilidades que contribuyen a la comunidad. Finalmente, concluye que debido a la resurrección de Cristo, existe una razón para vivir juntos en