Gedeón, un joven tímido llamado por Dios, acepta restaurar la justicia en su país liberando al pueblo de la opresión de los poderosos a pesar de sus dudas iniciales. Aunque solo cuenta con 300 hombres, Gedeón derrota a los enemigos utilizando astucia campesina como cuernos, cántaros rotos y antorchas para sembrar el desconcierto, logrando así la paz y prosperidad para su pueblo.