El alcalde de Nueva York recibió tres ofertas para pintar la fachada del ayuntamiento de un chino, un estadounidense y un argentino. La oferta del argentino, que fue la más alta a $9 millones, resultó ganadora porque el argentino le explicó al alcalde que $3 millones serían para él, $3 millones para el alcalde, y los $3 millones restantes para el chino "boludo" para que pinte la fachada.