La carrera de 100 metros planos es la prueba de velocidad más importante en los Juegos Olímpicos. Los mejores atletas completan la distancia de 100 metros en aproximadamente 10 segundos realizando unas 45 zancadas a gran velocidad. Para ganar, el corredor debe cruzar la línea de meta en el menor tiempo posible manteniéndose en su carril asignado sin invadir otros carriles.