En 2015, el fisco argentino espera recaudar $112,500 millones por el impuesto a las ganancias de trabajadores, lo que representa un aumento del 40.6% en comparación con 2014, superando el incremento salarial estimado del 27%. A pesar de la modificación de parámetros impositivos, los trabajadores en relación de dependencia verán incrementadas sus obligaciones fiscales, resultando en una presión tributaria mayor. No obstante, se argumenta que no habrá un 'costo fiscal' real, ya que los ingresos fiscales nominales aumentarán a un ritmo superior al de los ajustes salariales.