Jonás el elefante y Pupi el pato jugaban juntos todos los días en el río hasta que un día se perdieron en el bosque cuando se escondió el sol. Los dos amigos tenían miedo de la oscuridad hasta que las luciérnagas los iluminaron y la mamá de Jonás los encontró. Después volvieron contentos a sus casas y prometieron no separarse sin permiso.