La huella ecológica es un indicador ambiental que mide la superficie de tierra y agua necesaria para producir los recursos que una población consume y asimilar sus desechos, usando la productividad biológica promedio de la Tierra. Se puede calcular midiendo los recursos y desechos que consumimos y generamos, respectivamente, y convirtiendo esos flujos en áreas biológicamente productivas. La huella positiva se refiere al uso racional de los recursos naturales, mientras que la huella negativa es el uso irracional