Jesús reprende a Pedro por no estar dispuesto a aceptar un Mesías sufriente y le dice que piensa como los hombres y no como Dios. Jesús ofrece tres condiciones para seguirlo: negarse a uno mismo, cargar con la cruz, y seguir al Señor. El cristiano debe escuchar las voces de la humanidad pero no aceptar valores mundanos. Solo negándose a uno mismo y cargando con la cruz por seguir a Jesús se puede alcanzar las metas verdaderas.