El documento aborda la naturaleza y la importancia de la oración en la vida cristiana, subrayando que es una relación personal con Dios que debe ser cultivada a través de diversas formas de oración. Se discute el papel de la oración en la historia de la salvación, ejemplificada a través de figuras bíblicas como Abraham, Moisés y Jesús, y se destaca la influencia del Espíritu Santo y la tradición de la iglesia en la práctica de la oración. Finalmente, se enfatiza que la oración debe ser guiada por la fe, la confianza y la comunión con Cristo.