4º adviento

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4º DOMINGO DE
ADVIENTO
18 de diciembre de 2011

1. MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos a esta Eucaristía del último domingo de Adviento. Desde la Palabra de Dios se ha ido
iluminando nuestra esperanza y los deseos de ser mejores. La luz ha ido aumentando semana a semana.
Pronto llegará la gran Luz, Cristo, que con su claridad hará que nuestras sombras se iluminen. Pero ¿hemos
encendido nosotros la luz en nuestro interior?; ¿en qué ocasiones concretas hemos sido luz para los demás,
en medio de la dureza y dificultad del patio? Acerquémonos al Señor que viene con conciencia de que él
puede liberarnos de todas nuestras esclavitudes, sacarnos de la mediocridad e igualar nuestras
desigualdades. La Virgen María, supo aceptar la Palabra de Dios que provocaría un cambio radical en el
mundo. Cuando dijo “hágase en mi según tu palabra” el universo estalló en un canto de júbilo y alegría,
porque el Mesías llegaría a nuestra tierra a recatarnos y a liberarnos de la opresión y la esclavitud.
Aprovechemos este momento importante: una joven nazarena nos da ejemplo de madurez, entereza y fe,
mucha fe en Dios.

2. PETICIONES DE PERDÓN
- Tú, que despiertas buenos sentimientos en nosotros, perdona nuestra maldad.
Señor, ten piedad.
- Tú, Jesús, que eres el fruto bendito de la fe de María y nuestro libertador
Cristo, ten piedad.
- Tú, que revistes la vida de libertad y esperanza.
Señor, ten piedad

3. ORACIÓN

Oh Dios Padre de bondad: de nuestros corazones,
Tú tienes una preferencia sorprendente para que nos abramos a ti y te acojamos,
para los pequeños y humildes, estemos dispuestos como María
que esperan todo de ti. a servirte a ti y a tus planes,
Elegiste a María, la virgen madre de Nazaret, y que esperemos todo de ti.
modesta y humilde, Ven a nosotros y entrégate a ti mismo a nosotros
para ser la madre de tu Hijo Jesús. por medio
Por medio de tu Santo Espíritu de Jesucristo nuestro Señor.
haznos conscientes de la pobreza

4. PALABRA DE DIOS

PRIMERA LECTURA
♦ Comentario
Las palabras de Dios a Natán una profecía que anuncia la llegada del Mesías, de la estirpe de David. El
tiempo de espera ya estaba abierto y se va a cumplir en los próximos días. Las promesas a David son
promesas de Dios a la humanidad entera.

LECTURA DEL SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL 7,1-5. 8b-12. 14a.16
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le
rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor
vive en una tienda.
Natán respondió al rey: Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo. Pero aquella noche recibió
Natán la siguiente palabra del Señor: Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a

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construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que
fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré
famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva
en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré
jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré
una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la
descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza. Yo seré para él padre, y él
será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por
siempre."
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL (SALMO 88)
R.- CANTARÉ ETERNAMENTE TUS MISERICORDIAS, SEÑOR.

Cantaré eternamente las misericordias "Te fundaré un linaje perpetuo,
del Señor, anunciaré tu fidelidad edificaré tu trono para todas las edades." R.-
por todas las edades.
Porque dije: "Tu misericordia Él me invocará: "Tú eres mi padre,
es un edificio eterno, más que el cielo has mi Dios, mi Roca salvadora.
afianzado tu fidelidad." R.- Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R.-
Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:

CANTARÉ ETERNAMENTE LAS MISERICORDIAS (Sal 88)
Cantaré la bondad del Señor,
su generosidad inagotable, sus regalos; El te cantará su amor eternamente;
Cantaré su paciencia y sus perdones; te invocará y te dirá con confianza:
cantaré su amor inmenso. Tú eres mi Padre, Abba mío,
mi Dios, mi aliento, mi defensa.
El amor de Dios es fiel,
mas allá del tiempo y los pecados, Y yo te diré: has hecho de tu amor un
no olvida juramentos ni alianzas, monumento entre el cielo y la tierra levantado:
nunca rompe la baraja. brazos fuertes que se abren progresivos,
hasta abrazar al mundo entero;
David no sabe valorar su bendición, y en el centro una casa viva, palpitante,
hasta donde llega su linaje. espléndido rubí, corazón abierto,
El amor de Dios se hizo bendición en una carne morada en la que todos descansamos y gozamos,
inmaculada, matrimonio indisoluble con el cantando eternamente tus misericordias.
hombre, alianza.de amores sustanciales.

SEGUNDA LECTURA

♦ Comentario
San Pablo en su Carta a los Romanos, hace referencia al tiempo de la promesa de la llegada del Mesías,
revelación mantenida en “secreto durante siglos eternos”. Es el Evangelio de Jesús lo que esperaban esas
generaciones anteriores a Cristo. Y también en estos días se nos va a manifestar.

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 16,25-27
Hermanos:
Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús
-revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en la Sagrada
Escritura, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la
fe-, al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
♦ Comentario

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San Lucas nos narra la escena de la Anunciación. Es una de las más bellas de toda la Escritura. Ahí se
descubre de manera total el don de la libertad otorgado por Dios al hombre. El ángel pide permiso, de parte
de Dios, a María para que se inicie la Redención. María da su consentimiento y la historia de la humanidad
comienza. Por eso hoy honramos de una manera muy especial a María, la gran protagonista del Adviento.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 26- 38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a
una ciudad de galilea llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de
David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su
presencia, dijo: Alégrate, llena de gracias, el Señor esta
contigo.
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué
saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas, María, porque
has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será
grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el
trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?
El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por
eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su
vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay
imposible. María contestó: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor

Reflexión
Dios no olvida los compromisos adquiridos con su pueblo y el Adviento nos ofrece la ocasión de
celebrarlo. El cumplimiento por parte de Dios de enviar un Mesías, no se realiza según las expectativas
políticas y nacionalistas de Israel, sino que se verifica, de un modo paradójico, en Jesucristo. Él es el Mesías
esperado cuyo reino no tendrá fin, el Hijo del Altísimo concebido en el vientre de una humilde muchacha de
Nazaret. La disponibilidad de María es el cauce por el que la salvación de Dios se hace presente.
María es, junto a Juan Bautista e Isaías, uno de los personajes centrales de Adviento. Ella es la
mujer disponible que supo escuchar y poner por obra la Palabra, la que supo conducir su vida según la
voluntad de Dios. Hay tres actitudes que el evangelista Lucas destaca de María en el pasaje de la
Anunciación. Primero su reacción de turbación ante el saludo de Gabriel, luego la extrañeza ante su anuncio
y los interrogantes que le suscita y, finalmente, su disponibilidad al plan de Dios. De este modo refleja
Lucas el proceso que recorre todo creyente –también nosotros- cuando descubre lo que Dios quiere de él.
Hoy desde la prisión recordemos que este último domingo de Adviento huele ya a Navidad y María
nos enseña cuál es el mejor modo de prepararnos para celebrar esa fiesta. Ella nos invita a dar un Sí grande
a Dios como ella lo hizo. Su respuesta puede ayudarnos a revisar nuestras actitudes en este tiempo en el
que el Señor viene. Así tendremos preparada la cuna de Navidad.

5. ORACION FINAL
Dios habitará en medio de nuestro pueblo
GRACIAS A TI, MARIA Dios nos enseñará su rostro de AMOR
Dios se hará Niño GRACIAS A TI, MARIA
y nos traerá la alegría Cantarán los ángeles en Navidad
Dios se hará hombre Los pastores adorarán al Niño
y comprenderá nuestras situaciones Los Magos se pondrán en camino
GRACIAS A TI, MARIA GRACIAS A TI, MARIA
El mundo conocerá la paz Alumbrará la estrella en el portal
El mundo sonreirá un poco más Sonarán cánticos de gloria
El mundo mirará hacia el cielo Cesarán los odios y la violencia
GRACIAS A TI, MARIA GRACIAS A TI, MARIA
Jesús habitará en medio de nosotros

ACCIÓN DE GRACIAS

Gracias, Señor, en nombre de los pobres motivo de esperanza
que en ti encuentran y ánimos en la lucha por su dignidad.

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la Madre del Redentor;
Gracias por el impulso de la liberación que, mujer libre y esperanzada,
desde los profetas, diste a la humanidad que creyó en la Palabra de Dios,
para hacer una tierra de hombres que fue humilde, pobre y fiel.
y mujeres libres e iguales. Ella nos anima a confiar en el amor del Padre,
a seguir a su Hijo Jesucristo,
Gracias por Cristo, tu Hijo, esperanza de liberación para los encarcelados,
hecho hombre, uno como nosotros, y a dejarnos guiar por la fuerza del Espíritu Santo,
para traernos la salvación. quien nos impulsa a ser hombres y mujeres que
Él nació y vivió pobre, luchamos por la libertad y la justicia,
identificándose con las víctimas, y que creemos en un futuro de esperanza.
con los débiles y oprimidos.
Él vino a traer la esperanza Gracias, Padre, por darnos a María
y la liberación para los como Madre corredentora y a tu Hijo Jesucristo
excluidos y marginados. como salvador y redentor. Amén

Nuestro canto de gratitud
se extiende también a María,

ALÉGRATE, MARÍA

Virgen, madre inmaculada, el hijo que no podía,
Señora de la alegría, y empezó a cantar un himno
contágianos con tu gracia, que se parece al Magnificat.
regálanos tu sonrisa. Como Noemí, la amargada,
Cuando nos muerda la pena cuando Rut fue bendecida, bisabuela de David,
y la noche avance fría, del que Jesús nacería.
tu mirada nos consuele Como Isabel que gritaba
y encienda una estrella viva. cuando recibió a María,
y cuando el niño en su seno
Mira al que sufre desgracia, daba saltos de alegría.
al enfermo que agoniza, Cultivamos el Adviento
a cuantos dejan caer con ilusión florecida entre nueces y madroños, y
lágrimas por sus mejillas. en espera del Mesías.
Ya no somos hijos de Eva, Hijos somos de la Pascua,
madre de melancolía, victoria de amor y vida,
somos hijos de una madre luzcamos vestidos nuevos,
que la esperanza cultiva. hechos de rosas y espigas.
Como aquella Sara estéril que oyó promesa de No se nos acabe el vino
vida y emocionada estalló del amor y de la dicha,
en incontenible risa. que el niño que va a nacer
Como Ana cuando engendró será nuestra Eucaristía.

UN DÍA LLEVÓ ÉL… EL UNGIDO

Un día llegó un hombre Un día vino un hombre
que tenía magia en la voz, con el amor en sus signos,
calor en sus palabras, con la bondad en sus besos,
embrujo en su mensaje. con la Hermandad en sus hombros.

Un día vino un hombre Un día vino un hombre
con la alegría en los ojos, con el Espíritu sobre sí,
la libertad en las manos, con la fidelidad de padecer,
el futuro en sus hechos. con el sentido en su morir.

Un día vino un hombre Un día vino un hombre,
con esperanza en sus gestos, con el tesoro de su cielo,
con la fuerza de su ser, con la vida de su cruz,
con un corazón grandísimo. con la resurrección de su fe.

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