Cuatro velas en una corona de Adviento comenzaron a hablar entre sí. La primera vela, la Paz, se apagó porque los hombres no guardan la paz. Luego la segunda vela, la Fe, también se apagó porque los hombres no quieren saber de Dios. La tercera vela, el Amor, compartió que ya no tiene fuerzas para iluminar debido a que los hombres se miran solo a sí mismos y olvidan a los demás. La cuarta vela, la Esperanza, le dice a un niño que entra en la habitación que mientras