El documento argumenta que los caminos deben ser "perdonables" para evitar accidentes mortales causados por errores de los conductores. Explica que más del 30% de los accidentes en caminos rurales se deben a que los vehículos salen de la calzada, y que más del 60% de esos accidentes son mortales. Señala que los organismos viales deben asumir la responsabilidad de dotar a los caminos con diseños y dispositivos de seguridad que eviten que pequeños errores se transformen en accidentes fatales. Propone que los caminos se