Las danzas polinesias tienen su origen en islas del Pacífico Sur como Hawaii y Tahití. Sus bailes cuentan historias sagradas o cotidianas a través de movimientos rítmicos de cadera y suaves gestos de manos. Adoran a dioses de la naturaleza y usan flores como el Tiaré en el cabello y collares para representar leyendas y como ofrenda.