La historia cuenta de una mujer pobre que entró a una cueva donde encontró riquezas pero se olvidó de su hijo. Así como ella se olvidó de lo principal por las riquezas, a menudo nos olvidamos de los valores espirituales, la familia y los amigos en pos de ganancias materiales. Aunque tenemos alrededor de 80 años para vivir, el tiempo pasa rápido y cuando la puerta de esta vida se cierre ya no habrá oportunidad para arrepentimientos. El documento enfatiza la importancia de aprovechar cada momento de