El autor describe su encuentro con Gabriel García Márquez en 1993, cuando el escritor lo llamó para felicitarlo por su trabajo en la telenovela Café con aroma de mujer. García Márquez tenía interés en la cultura popular y la televisión. Más tarde, quería adaptar uno de sus cuentos al cine, pero el autor se sintió incapaz de modificar la obra del escritor. Años después, García Márquez lo invitó a un taller en Cuba, pero el autor no pudo asistir debido a sus compromisos laborales.