El documento plantea preguntas sobre a quién amamos realmente: si amamos a la persona tal como es en realidad o a una versión idealizada, si aceptamos a la persona con sus defectos y limitaciones, y si estamos dispuestos a acompañar a la persona en la vida diaria más allá de sus fallos. En última instancia, sugiere que para que exista amor verdadero debe haber aceptación de la persona tal como es y respeto por su libertad.