El documento describe el origen y evolución del contrato administrativo. Se originó en Francia en 1903 para distinguir los contratos relacionados con servicios públicos de los contratos civiles. Existen dos tipos de contratos administrativos: los interadministrativos y los celebrados entre la administración y particulares. Un contrato se considera administrativo si tiene por objeto la ejecución de un servicio público o contiene cláusulas que otorgan prerrogativas a la administración.