El abrazo es fundamental para la salud emocional y física, proporcionando contacto físico que alivia el dolor, la depresión y la ansiedad. Se destaca la importancia del abrazo en la creación de confianza, seguridad y protección, especialmente para niños y ancianos. Se sugiere que un mínimo de cuatro abrazos diarios es necesario para sobrevivir, mientras que más abrazos contribuyen al crecimiento personal.