Las listas de control de acceso (ACL) extendidas ofrecen un mayor control sobre el tráfico de red al permitir especificar direcciones de origen y destino, protocolos y puertos, y son utilizadas para gestionar el tráfico a través de routers. Su objetivo es limitar el tráfico, mejorar el rendimiento de la red y proporcionar un nivel básico de seguridad al controlar qué tipo de paquetes se aceptan o rechazan. Las ACL se componen de sentencias que definen cómo se procesan los paquetes, facilitando la administración del tráfico y el acceso a la red.