El documento contrasta las actitudes proactivas frente a las reactivas, señalando que las personas proactivas saben emplear su tiempo de manera efectiva, muestran iniciativa y voluntad de acción, poseen proyectos bien establecidos, implementan la creatividad en cada ámbito de sus vidas y muestran objetividad, mientras que las personas reactivas se ven controladas por los defectos de otros, adoptan una actitud pasiva, y su comportamiento depende del entorno.