El texto analiza dos formas de expresar el amor hacia otra persona. Prefiere la simpleza de los mensajes anónimos que aparecieron cerca de la casa de la autora dirigidos a "Berta", en contraposición a la cursilería de una valla publicitaria alquilada por un hombre para declararse a su exnovia. La autora concluye defendiendo la pasión sincera y espontánea propia del amor juvenil frente a exhibicionismos.