El documento discute la adicción a la tecnología, específicamente cómo su uso se ha vuelto indispensable para las nuevas generaciones y cómo puede afectar los niveles de dopamina, noradrenalina y endorfinas en los jóvenes. También sugiere que las familias deben ejercer un mayor control y que la escuela debe encontrar formas de usar la tecnología para apoyar el aprendizaje en lugar de distraer a los estudiantes.