Las células vegetales son capaces de sintetizar una amplia variedad de sustancias valiosas. Muchas de estas sustancias son metabolitos secundarios cuya producción a gran escala presenta desafíos. El cultivo de células vegetales en biorreactores es una alternativa prometedora para la producción sostenible de metabolitos secundarios, como la azadiractina producida por Azadirachta indica. Sin embargo, se requiere optimizar las condiciones de agitación y aireación para garantizar el crecimiento celular y la producción del