Un creyente expresa su experiencia de recibir la comunión, sintiéndose dentro del cuerpo de Jesús y experimentando un profundo sentimiento de amor, paz y unión con Él, olvidándose de sí mismo y concentrándose únicamente en amar.
1. Señor Jesús, dulce bien de mi alma;
al recibirte en comunión;
en lugar de sentirte a ti dentro de mí,
me siento yo dentro de ti,
en tu mismo cuerpo.
me parece que mi alma duerme
en brazos del amor;
se desvanece en suavidad,
y solo sabe amar.
y ya no sabe otra cosa mas que amar.(2)