El consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes es una preocupación creciente debido a que reduce el autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo, pudiendo causar problemas de salud y reducir la esperanza de vida. El consumo de estas sustancias tiene diversas consecuencias negativas para la salud como daño al hígado, cáncer y problemas neurológicos. Se requieren estrategias integrales como la sensibilización, respuesta del sector salud y regulación de la disponibilidad para reducir los daños asociados al consumo.