El aluminio es el elemento metálico más abundante en la corteza terrestre. Fue aislado por primera vez en 1825 por el químico danés Hans Christian Oersted mediante un proceso químico. Posteriormente, en 1827-1845, el químico alemán Friedrich Wöhler mejoró el proceso utilizando potasio metálico y cloruro de aluminio. En 1854, Henri Sainte-Claire Deville obtuvo el aluminio puro reduciendo cloruro de aluminio con sodio.