En una oscura ciudad vivía una familia con una niña llamada Ana que tenía una muñeca llamada Anabel que le daba miedo a todos menos a Ana. La muñeca desaparecía por la noche y aparecía cantando canciones tenebrosas. Cada noche se volvía más vieja y amenazaba con matar a los niños. Una tormenta hizo que la muñeca empezara a llorar sangre de sus víctimas. La muñeca y una niña llamada Sorcista iban juntas matando y robando almas.