El documento contiene fragmentos de tres canciones de Andrés Calamaro que hablan sobre el alcoholismo y la adicción. La primera canción habla de estar "prendido a una botella vacía" y recuerdos de la infancia en el Estadio Azteca. La segunda canción trata sobre arrepentimientos y excesos durante las vacaciones. Y la tercera canción expresa la incapacidad de dejar a alguien a pesar de los problemas, siendo atrapado una y otra vez.