Las primeras civilizaciones humanas surgieron en la Media Luna Fértil del Mediterráneo, una región con forma de media luna alrededor del Mediterráneo oriental que incluye el Creciente Fértil. En esta zona se desarrollaron las primeras civilizaciones como las de Mesopotamia y el antiguo Egipto debido a su suelo fértil y acceso a ríos como el Tigris y Éufrates, que permitieron el desarrollo de la agricultura y la ganadería.