El documento describe el avión bombardero ruso Su-24 que fue derribado por Turquía. El Su-24 data de los años 70 y carece de equipamiento electrónico moderno, lo que lo hizo vulnerable frente a los cazas F-16 turcos. Aunque aparentemente invadió brevemente el espacio aéreo turco durante una misión de bombardeo en Siria, la falta de coordinación entre las diferentes fuerzas aéreas operando en la región incrementa el riesgo de incidentes como este.