El sistema endocrino mantiene la homeostasis a través de la secreción de hormonas que regulan el crecimiento y desarrollo. Las hormonas son secretadas por glándulas endocrinas como la tiroides, páncreas, testículos y ovarios. Estas glándulas trabajan de forma interrelacionada con el sistema nervioso central y periférico para controlar diversas funciones fisiológicas de forma más lenta pero duradera que el sistema nervioso.