Este documento discute la necesidad de establecer un modelo de aseguramiento de la calidad en la educación superior en Colombia que equilibre la autonomía universitaria y la responsabilidad social. Propone que la universidad debe desarrollar una cultura de autoevaluación y autorregulación para garantizar la calidad, pertinencia y transparencia, al tiempo que rinde cuentas a la sociedad. Asimismo, argumenta que la calidad debe ser evaluada principalmente por pares académicos a través de un organismo nacional, respetando la complejidad y divers