El sector textil colombiano se ha visto afectado por las importaciones de países asiáticos y europeos, lo que ha llevado a una disminución de las ventas, el aumento del desempleo y las pérdidas financieras de las empresas locales. Aunque ciudades como Medellín han liderado históricamente esta industria, el gobierno y asociaciones empresariales buscan ahora políticas para proteger la industria nacional, controlar las importaciones y fomentar la competitividad a través de créditos y tecnología.