Este cuento de Julio Cortázar narra la historia de un hombre que queda fascinado por los axolotl que observa en un acuario. Empieza a visitarlos a diario y siente una conexión con ellos. Un día, al mirar a través del vidrio, su rostro se transforma en el de un axolotl. Ahora él es un axolotl pero mantiene su conciencia humana. Puede pensar como un hombre pero está atrapado en el cuerpo de un axolotl.